Europa y Asia Central se unen para la transformación de los sistemas alimentarios antes del Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios

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28/04/2025

3-4 de abril de 2025, Ginebra. Celebrada paralelamente al Foros regionales sobre desarrollo sostenible de 2025, la Reunión regional preparatoria Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios para Europa y Asia Central reunió a una amplia y diversa gama de partes interesadas, entre las que se encontraban representantes gubernamentales y convocantes del diálogo nacional, líderes de la juventud, la sociedad civil, el mundo académico, actores del Sector Privado y organismos de las Naciones Unidas. Coorganizada por el Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, la Coalición basada en cuestiones específicas sobre sistemas alimentarios sostenibles (IBC-SFS) y la Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas (CEPE), la reunión acogió las opiniones de casi 24 países para dar forma a una visión regional colectiva para la transformación de los sistemas alimentarios antes del Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios (UNFSS+4) que se celebrará en julio.

Celebrada en el Palacio de las Naciones de las Naciones Unidas, los debates se centraron en tres temas clave del balance: reflexionar sobre los avances en la transformación de los sistemas alimentarios, reforzar la rendición de cuentas y la gobernanza, y desbloquear la inversión para la transformación.

Retos compartidos, objetivos comunes para Europa y Asia Central

A pesar de su diversidad, los países de Europa y Asia Central se enfrentan a retos similares: disparidades entre las zonas rurales y urbanas, retos relacionados con el clima, aumento de la malnutrición y perturbaciones en las cadenas de suministro y el comercio debido a los conflictos. Sin embargo, quedó clara una ambición compartida: integrar la transformación de los sistemas alimentarios en estrategias más amplias sobre el clima, el desarrollo y la salud.

La secretaria ejecutiva de la CEPE, Tatiana Molcean, inauguró la reunión señalando que los avances en más de 100 de los 125 objetivos de los ODS de la región siguen sin estar en el buen camino. En un discurso grabado en vídeo, la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, instó a los participantes a ir más allá del diálogo y a asumir «compromisos tangibles de acción e inversiones acordes».

Los convocantes del diálogo nacional y los representantes destacaron los esfuerzos realizados para integrar la transformación en las estrategias nacionales, desde iniciativas locales hasta marcos nacionales que promueven la sostenibilidad, la reducción del desperdicio de alimentos, la innovación y el desarrollo rural.

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Discurso inaugural de alto nivel en la primera jornada de la Reunión Regional para Europa y Asia Central del Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.

Gobernanza, datos y rendición de cuentas

Un tema central de la reunión de dos días fue la gobernanza inclusiva y la necesidad de una toma de decisiones más sólida y basada en datos empíricos. Muchos países informaron de avances en la coordinación interministerial, las reformas legislativas y el desarrollo de estrategias nacionales para los sistemas alimentarios. Se reconoció que el fortalecimiento de la recopilación y el análisis de datos, tanto a nivel nacional como local, era esencial para hacer frente a las complejidades de los sistemas alimentarios sostenibles. Los participantes hicieron hincapié en que los avances tecnológicos y la mejora de los datos son fundamentales para elaborar políticas más resilientes y receptivas.

«Con 39 Convocantes del diálogo nacional y 26 vías nacionales, la región está avanzando en la transformación mediante programas nacionales integrados que abordan la seguridad alimentaria, la nutrición, el clima y la sostenibilidad», afirmó Stefanos Fotiou, director del Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.

Los participantes destacaron el papel de la juventud, la sociedad civil y los actores locales en la configuración y la rendición de cuentas de los sistemas. La colaboración entre múltiples partes interesadas y plataformas como las Coaliciones de Acción del UNFSS, especialmente en materia de comidas escolares y agroecología, se consideraron mecanismos eficaces para armonizar las prioridades regionales y movilizar el apoyo.

Viorel Gutu, representante regional de la FAO para Europa y Asia Central y copresidente del IBC-SFS, se hizo eco de la importancia de la responsabilidad compartida: «Este año, trabajando en estrecha colaboración con países de toda la región, he visto de primera mano lo importante que es adaptar la terminología relacionada con la transformación de los sistemas alimentarios a un lenguaje más accesible para los gobiernos y mostrar ejemplos prácticos de acciones transformadoras».

También se prestó atención al papel del Sector Privado. Los participantes coincidieron en que la responsabilidad social corporativa voluntaria ya no es suficiente: se necesitan marcos normativos más sólidos e incentivos financieros para impulsar la rendición de cuentas. Dado que el 90 % de las empresas de la región son pymes, es esencial contar con mecanismos adaptados. Se pidió a los inversores que alinearan el capital con los objetivos de sostenibilidad.

Convergencia de la acción por el clima y la transformación de los sistemas alimentarios: un llamamiento a la alineación sistémica de las agendas

El cambio climático sigue siendo una amenaza importante para los sistemas alimentarios, especialmente en el sur de Europa y Asia Central. Como continente que se calienta más rápidamente, Europa ya está experimentando importantes efectos climáticos. En respuesta a ello, los países están recurriendo a la diversificación agrícola y a prácticas climáticamente inteligentes para mejorar la resiliencia, garantizar la seguridad alimentaria y reducir la degradación medioambiental.

Se expresó preocupación por la disminución de la inversión mundial en investigación e innovación agroalimentaria, a pesar de la creciente urgencia. Se consideró esencial salvar la brecha entre la ciencia y la política. Los participantes pidieron enfoques participativos inclusivos que empoderen a los agricultores y las comunidades no solo como ejecutores, sino como cocreadores de soluciones.

Subrayando esto, el enviado especial de Italia para la seguridad alimentaria, Stefano Gatti, destacó: «Los agricultores no son enemigos de los objetivos climáticos, son los guardianes de la tierra. La transformación de los sistemas alimentarios debe reconectarse con la tierra, los cultivos tradicionales y la identidad cultural de las comunidades».

Los sistemas alimentarios también se reconocieron como clave para la salud ambiental. Su trayectoria actual está contribuyendo a la transgresión de los límites planetarios, desde la pérdida de biodiversidad hasta el estrés hídrico. El recientemente publicado Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en Europa y Asia Central 2024 de la FAO destaca la creciente presión sobre los recursos hídricos, un factor vital tanto para la seguridad alimentaria como para la resiliencia climática. El aumento de las temperaturas, los cambios en los patrones de precipitación y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos ya están perturbando la producción de alimentos, con efectos adicionales sobre la seguridad alimentaria, la calidad nutricional y la distribución de plagas.

Para invertir estas tendencias, los países hicieron hincapié en la necesidad de integrar plenamente los sistemas alimentarios en las estrategias climáticas nacionales, incluidas las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y los planes nacionales de adaptación (PNAD) actualizados. Se destacó la Iniciativa de Convergencia del Centro como una plataforma clave que apoya esta alineación, con proyectos piloto recientes en Kazajistán y Turquía que demuestran su potencial para tender puentes entre los sistemas alimentarios y la acción por el clima.

Desbloquear la financiación para la transformación y el papel del Sector Privado

El acceso a una financiación sostenible fue ampliamente reconocido como fundamental. Los participantes pidieron entornos propicios que apoyen a los pequeños agricultores y las cooperativas y alineen la financiación con los objetivos nacionales y climáticos. Se necesita una combinación estratégica de incentivos y herramientas reguladoras para atraer capital privado y garantizar al mismo tiempo el apoyo directo a los pequeños productores.

Se identificaron las políticas fiscales que reflejan el verdadero costo de los alimentos, incluidos sus impactos ambientales y sociales, como palancas necesarias para un consumo más equitativo y sostenible. Se están explorando modelos de financiación innovadores, como la financiación combinada, la financiación vinculada a la biodiversidad y los enfoques basados en los resultados, en toda la región. A pesar de las restricciones presupuestarias, los participantes subrayaron que la inversión a largo plazo en innovación e infraestructura debe seguir siendo una prioridad.

Una visión común

La reunión concluyó con un fuerte sentido de dirección compartida. Los países hicieron hincapié en la necesidad de:

  • Una mayor integración de las políticas entre sectores y niveles de gobierno;
  • Una gobernanza inclusiva que incorpore a la juventud, las mujeres y la sociedad civil;
  • Un mayor acceso a la financiación sostenible para los pequeños productores y la innovación;
  • Una mayor armonización entre las agendas alimentaria y climática mediante planes y acciones nacionales;
  • Una toma de decisiones basada en datos empíricos y respaldada por sistemas de datos sólidos.

Se identificaron como próximos pasos urgentes la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, la remodelación de las dietas y el empoderamiento de los pequeños productores. Por encima de todo, la transformación de los sistemas alimentarios debe basarse en el derecho humano a la alimentación, garantizando el acceso a alimentos seguros, nutritivos y asequibles para todos.

Estas perspectivas regionales servirán de base para los debates mundiales que se celebrarán en la reunión Balance cuatro años después de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios en Addis Abeba, lo que contribuirá a garantizar que las prioridades de Europa y Asia Central se reflejen en la próxima fase de la transformación de los sistemas alimentarios mundiales.