El Programa de Comidas Escolares de Kenia presenta Soluciones de Financiación de Sistemas en la Sede de las Naciones Unidas
Esta semana, en Nueva York, líderes gubernamentales, socios para el desarrollo e innovadores se reunieron en la reunión conjunta de la Segunda Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el ECOSOC, centrada en «Reimaginar las asociaciones entre el sector público y los inversores: financiación de sistemas para transformaciones sostenibles e inclusivas».
En medio de los debates sobre cómo pasar de proyectos fragmentados a inversiones coordinadas, destacó una historia: el programa escolar de alimentación local respetuoso con el clima de Kenia, presentado por el coordinador residente de las Naciones Unidas como un ejemplo claro de financiación de sistemas en acción a través de la colaboración entre el PMA, la FAO y el FIDA, gracias a la Ventana de Sistemas Alimentarios del Fondo Conjunto para los ODS, dirigida por la Secretaría del Fondo y el Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios.
Una Revolución en la Alimentación Escolar que Impulsa una Transformación más Amplia
La iniciativa nacional de alimentación escolar de Kenia ha pasado de ser una red de seguridad social a convertirse en una piedra angular de la resiliencia climática y el desarrollo rural. Al abastecerse de alimentos de pequeños agricultores locales, promover cultivos nutritivos y resistentes a la sequía e introducir soluciones de cocina con energía limpia, el programa está creando mercados rurales estables, empoderando a las mujeres y la juventud y mejorando los resultados de aprendizaje y nutrición de los niños, todo ello a través de un marco normativo único y coherente.
El coordinador residente de las Naciones Unidas en Kenia, Stephen Jackson, destacó que este enfoque «muestra lo que puede lograr la financiación de sistemas cuando el liderazgo nacional, las políticas coherentes y las diversas formas de capital trabajan juntos por un objetivo común».
El programa se considera ahora un modelo para integrar la política alimentaria, educativa y climática, y para mostrar cómo una contratación pública predecible puede estimular las economías locales y atraer inversiones.
El Centro y la Ventana de Sistemas Alimentarios: Convertir las Ideas en Inversiones
Iniciativas como la de Kenia cuentan con el apoyo de la Ventana para la Transformación de los Sistemas Alimentarios del Fondo Conjunto para los ODS, coordinada por el Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios en colaboración con la Secretaría del Fondo. A través de los organismos del sistema de las Naciones Unidas en los países, la Ventana proporciona financiación catalítica y asistencia técnica que permite a los equipos de las Naciones Unidas en los países, los gobiernos y otros socios diseñar y poner en marcha marcos de inversión integrados, conectando los presupuestos públicos, la financiación para el desarrollo y el capital privado en torno a las prioridades definidas a nivel nacional.
El Centro ayuda a traducir las ambiciones en acciones concretas, orientando estas alianzas, reforzando la coordinación y garantizando que la transformación de los sistemas alimentarios se integre en la planificación nacional del desarrollo. Gracias a este enfoque, los países pueden pasar de proyectos aislados a plataformas de inversión a largo plazo que abarcan todo el sistema y conectan los resultados alimentarios, climáticos y económicos.
De la Fragmentación a la Coherencia
El debate celebrado en Nueva York puso de relieve que, aunque el capital mundial es abundante, a menudo le cuesta llegar a donde más se necesita. «El reto no es la falta de financiación», señaló el coordinador residente, «sino la falta de coordinación y confianza». Ahí es precisamente donde el Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios aporta valor añadido, al ayudar a los gobiernos y a los equipos de las Naciones Unidas en los países a crear plataformas integradas y vías de inversión que proporcionen a los inversores la claridad y la confianza que necesitan para participar a gran escala.
Complementando esto, Anastassia Nefedova (hablando desde la perspectiva de la innovación del Sector Privado) se hizo eco de la misma urgencia: los modelos de financiación aislados no pueden hacer frente a retos interconectados. Pidió que se coordinara el capital en torno a objetivos sistémicos comunes, en lugar de financiar soluciones fragmentadas.
En conjunto, estas perspectivas constituyeron un sólido argumento a favor del valor añadido del Centro y la Ventana: permitir a los gobiernos reunir a los actores, armonizar las estrategias y desbloquear nuevos recursos donde antes no existían.
Un Modelo de lo que Funciona
La experiencia de Kenia demuestra el valor tangible de este modelo. Gracias a los esfuerzos colectivos del PMA (líder), la FAO y el FIDA bajo la dirección del coordinador residente, y con la participación de una amplia gama de socios —entre ellos empresas del Sector Privado, fundaciones filantrópicas (Novo Nordisk, Rockefeller), socios bilaterales (Alemania, Francia, China) e inversores públicos y privados a través del Plan Mattei de Italia—, el programa se ha convertido en un ejemplo vivo de la financiación de sistemas en acción. Su éxito se basa en cuatro pilares interrelacionados que muestran cómo la coordinación y la inversión se unen en la práctica:
- Ancla la inversión en las prioridades nacionales, respaldada por un fuerte compromiso interno: Kenia ha reservado asignaciones presupuestarias nacionales para la alimentación escolar y ha fijado el ambicioso objetivo de ampliar la cobertura de 2,6 millones a 10 millones de niños para 2030, garantizando una financiación pública sostenida y un liderazgo político.
- Conecta sectores y actores, vinculando las estrategias de educación, agricultura, energía y clima en un único esfuerzo.
- Cataliza nuevas asociaciones y financiación, aprovechando modestos fondos iniciales para obtener compromisos mucho mayores de todo el ecosistema.
- Refuerza la coordinación y la coherencia de las Naciones Unidas, convirtiendo el apoyo multilateral en una plataforma para la ejecución nacional.
Estos resultados son precisamente los que se pretendían lograr con la creación del Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y sus socios: conectar los puntos entre los sistemas y convertir la alineación en impacto.
De la Visión a la Escala
La historia de Kenia puso de relieve un cambio más amplio que se está produciendo en todo el sistema de las Naciones Unidas: los países ya no abordan la alimentación, el clima y la transformación económica como agendas separadas, sino como un camino interconectado.
El Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, en colaboración con la Secretaría del Fondo Conjunto para los ODS, está ayudando a los gobiernos a hacer realidad ese cambio, traduciendo las prioridades nacionales en soluciones sistémicas en las que se puede invertir, que atraen capital, aceleran el progreso de los ODS e impulsan un cambio tangible en las economías y las comunidades.